Más de una vez habrás pensado lo agradable que sería poder tocar a una de esas chicas que tanto le gustan. Sentir su suave piel bajo la mano y notar el agradable tacto de su cuerpo al apretarlo. Posiblemente hayas pensado que no debes hacerlo o que a una mujer no le gusta que haya contacto.
Pues te equivocas. La mayoría de ellas consideran muy agradable el contacto físico con un hombre, siempre que no sea agresivo o demasiado atrevido. No se trata de que al conocerla introduzcas directamente la mano entre sus muslos, pero sí que procures un acercamiento suave, gradual y sensual.
Intenta mantener una postura más cercana a las mujeres cuando les hables, toca suavemente sus brazos cuando hables. Arrímate a su oído para contarle algo que pueda parecer interesante. Cuando lo hagas baja la voz de manera que pueda resultar más susurrante. Deja que ella te huela, procura que sus movimientos sean lentos y suaves.
Si haces esto le estarás enviando un mensaje subliminal muy importante.
Cuando nos acercamos a alguien que nos agrada y tomamos contacto con esa persona, parece como si una descarga de electricidad mágica atravesara nuestro cuerpo. Lo mismo les ocurre a ellas.
Un suave roce de su mano por su cara para apartar un cabello revuelto mientras hablas. Un pequeño apretón en el brazo cuando la besas para saludarla, un ligero toque en su rodilla mientras estáis sentados y te acercas a ella para decirle algo. Todo esto la irá fundiendo poco a poco, haciendo de ti el hombre más atractivo del mundo, el más deseable y el más sexy.
No olvides que esta técnica funciona mejor si hay acercamiento y alejamiento. Si tú la despiertas por dentro, poco a poco y sin brusquedad, ten por seguro que el premio será mucho más agradable de lo que tú nunca hubieras pensado.
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